Los Angeles tienen inteligencia y voluntad, y son creaturas personales e inmortales. (cf.Lc 20, 36) (CIC 330) Son seres puramente espirituales, creados por Dios. Los Angeles forman parte de esa realidad "invisible", también creada por Dios, de la cual rezamos en el Credo: "Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible". |
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