mons. Santana

MONSEÑOR UBALDO SANTANA
Arzobispo de Maracaibo, Venezuela

MENSAJE DE NAVIDAD 2006

DEL ARZOBISPO DE MARACAIBO


Amados hijos e hijas de la grey marabina,

¡ El Señor, nuestro Dios, nuestro poderoso salvador está en medio de ti; El se goza y se complace en ti; El te ama y se llenará de júbilo por tu causa!

La cercanía de la fiesta de Navidad me anima a salir al encuentro de todos ustedes para compartir tan hermoso don de Dios. Un don de amor. Porque eso es Navidad: ¡la manifestación del amor de Dios hacia la humanidad! Un amor tan grande que llega al colmo de pedirle a su Hijo tome la condición humana para vivir en medio de nosotros, compartirnos su condición filial y darnos parte en la herencia de su Espíritu de vida. El apóstol San Pablo llama “plenitud de los tiempos” ese momento crucial de la historia de nuestra salvación (Cfr. Gal 4, 4). San Juan por su parte se queda embelesado ante la magnificencia del gesto amoroso de Dios: “Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! (1 Jn. 3,1).

¡ El Señor, nuestro Dios, nuestro poderoso salvador está en medio de ti; El se goza y se complace en ti; El te ama y se llenará de júbilo por tu causa !

Esa fue la alborozada profecía que retumbó en los cielos de Judea, la buena noticia pregonada por los pastores en la gruta de Belén y que ha recorrido el mundo entero a lo largo de estos dos milenios. Ese es el evangelio que la Iglesia alborozada no ha cesado de anunciar, celebrar y vivir en estas tierras americanas desde hace más de quinientos años. Navidad es la fiesta que más hondamente ha penetrado en la vida, en las tradiciones culturales y sobretodo en el corazón de la familia zuliana. Si, hermanos y hermanas, Navidad es el regalo mayor, es la mejor noticia de todos los tiempos y por eso no hay otro momento mejor para reunirnos en familia, entre amigos, en comunidad para festejarla expresarla y compartirla en la alegría y en la fiesta.

¡ El Señor, nuestro Dios, nuestro poderoso salvador está en medio de ti; El se goza y se complace en ti; El te ama y se llenará de júbilo por tu causa !

No perdamos nunca de vista la verdadera significación de la Navidad. Hemos de estar alertas y asumir una postura mucho más proactiva y profética porque la sociedad de consumo se ha dado a la tarea de transformarla en una mera fiesta comercial y pagana sin ningún tipo de referencia cristiana. Pretende cambiar la fecha del 25 por la del espíritu de la navidad el 21; expulsar al niño del pesebre para remplazarlo por un viejo barbudo, llamado Santa.

Para ello es necesario que nos traslademos en espíritu y en verdad a la primera navidad, le pidamos a Dios nos revele su auténtico sentido, nos de fuerza y capacidad para vivir su mensaje y luego transmitirlo sin falsificaciones ni simplificaciones a nuestras familias y a nuestra sociedad. Navidad sin la celebración de la manifestación de Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, por nuestra salvación, no es Navidad. Aprovechemos en nuestras parroquias el tiempo litúrgico de adviento y la novena de misas de aguinaldos para hacer de este tiempo privilegiado una escuela intensiva de oración y de cultivo de la esperanza cristiana.

¡El Señor, nuestro Dios, nuestro poderoso salvador está en medio de ti; El se goza y se complace en ti; El te ama y se llenará de júbilo por tu causa !

Tres notas en tres dimensiones caracterizan la verdadera navidad cristiana: festejo alegre con la familia, las amistades y la comunidad; reconciliación con Dios, con mis hermanos ofendidos y conmigo mismo; efectiva solidaridad con los más necesitados compartiendo con ellos mi tiempo, mis talentos y mis tesoros.

Navidad es también el tiempo y el lugar en el que se juntan las realidades más opuestas que parecían incompatibles entre si: Dios se hace hombre, la eternidad entra en el tiempo, lo infinito cabe en una cuna, el omnipotente queda envuelto en pañales. Espléndida escuela de alta calidad inspiracional a la que los cristianos y los hombres y mujeres de buena voluntad de la Venezuela de hoy pueden acudir para aprender a superar las divisiones, las confrontaciones, los odios y las desigualdades que han marcado la vida y las relaciones de estos últimos años.

Ese ha sido además el mensaje que los venezolanos, sin distinción de su simpatía política, han enviado el pasado tres de diciembre. Con su asistencia a los centros electorales, su entendimiento en las mesas y su comportamiento cívico antes, durante y después de las elecciones, le dijeron al gobierno y a la oposición que asuman esas mismas actitudes y conductas y le den a todos los venezolanos la oportunidad de ser respetados, de ser tomados en cuenta, de vivir en paz y de luchar juntos en la superación de los grandes problemas comunes, sin confrontaciones ni violencias.

El tiempo de Navidad es propicio para que nuestros gobernantes cierren capítulos dolorosos del período pasado, emitan medidas de clemencia hacia los detenidos militares y civiles por motivos de origen político, bajen el nivel de beligerancia y de controversia y creen nuevos espacios de encuentro, de diálogo, de consulta y de estudio para consolidar una democracia consensuada. Ábranse grandes las puertas de la participación para que en este nuevo período nadie quede privado de la esperanza de contribuir a la construcción de un país libre, justo e inclusivo y de engrandecerlo con sus aportes, sin tener para ello otro marco regulador que el de la Constitución Nacional.

¡ El Señor, nuestro Dios, nuestro poderoso salvador está en medio de ti; El se goza y se complace en ti; El te ama y se llenará de júbilo por tu causa !

“El modo de amar de Dios se convierte en la medida del amor humano” (Benedicto XVI). “Si Dios nos ha amado de esta manera también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros Dios mora en nosotros” (1 Jn. 4,11). Si nos amamos, nos respetamos, nos aceptamos unos a otros, entonces Dios está en medio de nosotros, Dios mora gozoso entre los venezolanos Entonces habrá llegado la Navidad a nuestra patria. Esa es la esperanza que me anima y le trasmito con alegría llevado de la mano de la Virgen Madre de Chiquinquirá y de San José, el padre ejemplar.

FELIZ NAVIDAD 2006
SANTO Y VENTUROSO AÑO 2007

Maracaibo, 16 de diciembre de 2006

+ Ubaldo Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo
Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana

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