Casi todas las misiones y manifestaciones de Gabriel están relacionadas con la venida del Mesías.
El más grande y más feliz mensaje encargado a un Angel desde el comienzo del tiempo fue el que el Arcángel Gabriel le vino a traer a la Santísima Virgen María cuando le anunció la Encarnación del Hijo de Dios en su seno, el nacimiento de Cristo, el Redentor de la humanidad.
>Muy probablemente fue Gabriel quien llevó el anuncio del Nacimiento del Redentor a los Pastores de Belén, siendo luego acompañado por una multitud de otros Angeles, que "todos alababan a Dios diciendo: 'Gloria a Dios en lo más alto del Cielo y en la tierra gracia y paz a los hombres'" (Lc. 2, 13).
Posiblemente fue este Arcángel quien avisó a San José en sueño de llevarse al Niño y a Su Madre a Egipto, para evitar que fuera muerto por Herodes. (cfr. Mt.2, 13)
Gabriel, quien es la "Fortaleza de Dios" debe haber sido el Angel que menciona San Lucas en la narración de la Agonía en el Huerto: "Entonces se le apareció un Angel venido del Cielo que le confortaba".
(Lc. 22, 43)
Y parece lógico que, si el Arcángel San Gabriel fue quien anunció la venida de Jesús y también fue testigo de su Agonía, fuera él el Angel que anunciara la Resurrección del Salvador. (cfr. Mt.28, 2)
Pareciera también que de los tres Arcángeles que conocemos pudiera ser Gabriel quien con voz potente dé la señal de la venida de Jesucristo el día del Juicio. (cfr. 1ª Tes. 4, 16)
Rafael significa "Dios sana", el "Divino Sanador".
Para conocer la actividad de San Rafael, debemos leer con detenimiento la más amplia "angelofanía" o manifestación de un Angel que está incluida en la Sagrada Escritura. Es la historia del Arcángel San Rafael bajo la forma y nombre de un joven llamado Azarías, ayudando y acompañando a otro joven llamado Tobías, y sanando a quien fuera a ser su futura esposa, Sara. (cfr. Tob. 5 a 12)
Esta bella historia es muy ilustrativa del papel de los Angeles. Revela como actúan cuando toman forma humana, y su naturaleza angelical, su poder, sabiduría, santidad se manifiestan en los variados incidentes de esta encantadora narración.
San Rafael Arcángel, el Divino Sanador, debe haber sido el encargado de mover las aguas de la piscina de Betesda en Jerusalén. (cfr.Jn5, 4)