Arcángel San Miguel:
Defiéndenos en el combate,
sé nuestro amparo contra
la maldad y asechanzas
del demonio.
"Reprímale Dios",
pedimos suplicantes.
Y tú, Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno,
con el divino poder,
a satanás
y demás espíritus malignos,
que vagan por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.
Angel Santo de la guarda
compañero de mi vida,
tú que nunca me abandonas,
ni de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible,
sé que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones
y cuentas todos mis pasos.
Testigo de lo invisible,
presencia del cielo amiga,
gracias por tu fiel custodia,
gracias por tu compañía.
En presencia de los Angeles,
suba al Cielo nuestro canto:
gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
Amén.